Byzantium
Mi historia no puede ser contada. La escribo una y otra vez cada vez que encontramos refugio. Escribo de lo que no puedo decir, la verdad.
Escribo todo lo que sé de ella y después lanzo las páginas al viento, tal vez las aves puedan leerlas.
Ella planeaba asfixiar al bebé en cuanto naciera, pero algo hizo mirarla, oyó el latido de su corazón, olió la cabeza ensangrentada del bebé y el amor la confundió…
Mi historia comienza con Clara (algún día terminará con ella). Clara, llena de secretos, mi salvadora, mi carga, mi musa.
Clara nunca está sola, siempre encuentra dinero y compañía todos los días, es fácil para ella como mentir, pero a mí me gusta estar sola, camino y el pasado camina conmigo. Vive.
Erase una vez, aquí no había nada, no había ningún hotel… Sólo la playa, las redes colgadas secándose, barcos de guerra en la bahía y niños recogiendo almejas para comer. Mi madre era uno de esos niños, descalzos en la arena.
Mi madre bebe sangre humana. Lo ha hecho durante dos siglos, pero alguna vez fue una chica cómo tú.
Nunca habló de su familia, están en la gaveta de cosas que debe olvidar.
Su historia comienza con dos oficiales esperando a ser llamados a la guerra. Uno era el guardamarino Darvell, y el otro su superior el capitán Ruthuen.
La perla permanece pura por siempre, mientras que la carne de la ostra se pudre a su alrededor.
Cuántas historias comienza así? Miles y miles.
Erase una vez (hace un tiempo), yo nací. Es un hecho que el día que naces es el día más probable que seas asesinado. Más almas humanas son asesinadas por las manos de sus madres que por las manos de desconocidos. Mi madre trato de matarme, pero el amor la confundió.
Su nota decía: “Esta es mi hija Eleanor Webb, quiero que tenga una vida limpia, pagaré por su cuidado con oro que dejaré cada mes que ella viva. No quiero que tenga una vida como la mía que ha sido despojada desde le comienzo. Por favor, díganle que estoy muerta”
“MAY PEACE BE WITH YOU
MIGHT LIGHT BRIGHT UPON YOU
FORGIVE ME FOR WHAT I MUST DO”
El rostro de la ventana tenía más sustancia que un fantasma, aún así, sabía que no podía estar viva.
Mi madre hizo tres cosas por mí:
1.- Me perdonó la vida el día que nací.
2.- Pagó por mi cuidado, con sus rodillas y su espalda.
3.- Me dió la historia que no puedo contar.
Para cuando yo tenía seis años ella estaba muriendo. Las chicas como Clara no duraban. Sus pulmones se estaban pudriendo pero se aferró totalmente a su brutal vida.
El capitán Ruthuen había vuelto de la guerra, de todas las prostitutas que él había creado, Clara era su favorita. Luego, un amanecer de invierno llegó un extraño.
El respondió sus preguntas con golpes, como siempre, ella soportó y esperó que la tormenta pasara.
Mientras el implacable día continuó, el capitán relató los eventos más allá de su entendimiento.
Cuando cayó la noche, el “socraint” volvió, y el capitán Ruthuen se preparó para lo peor.
Mi madre vió su oportunidad y la aprovechó. Ella robó el mapa y cabalgó durante la noche hacia su futuro incierto.
[-Sino crees lo que estoy diciendo, porqué lo forza?
-Eleanor, Cómo puedes tener dos siglos de edad? Porqué milagro de la ciencia?
-Verás… Esa es la parte engañosa, porque solo con el tiempo lo puedo probar. En treinta, tal vez cuarenta años, cuando usted esté podando rosas desde su silla de ruedas yo pasaré junto a su jardín y diré: “Hola Morag!” y nada habrá cambiado.
Yo tengo dieciséis años para siempre, y usted se dará cuenta de ésto… Y ésto lastimará su corazón y yo diré: “Qué la paz esté contigo…” y la ayudaré con el dolor.
-Porqué no lo haces ahora? No soy fuerte, puedes superarme.
-No estás lista.]
Soy Eleanor Webb, lancé mi historia al viento y nunca más la contaré.
Otra historia comienza…